Shorcito futbolero

No me quería quedar fuera, aún sabiendo que por ser miembro del jurado ya estoy fuera de la carrera y no puedo ganar, mucho antes aún de calzarme el shorcito futbolero, las medias de toalla y los spores. Supongo que las razones que me llevan a elegir estos epígrafes son las mismas que harán peso (de este lado, al menos) a la hora de elegir el ganador, por lo que prefiero no decir nada al respecto. Lo único que sí quisiera acotar, antes que salte algún detractor a decir pero ves, ustedes ponen las reglas y ni siquiera les hacen caso (y para qué ponemos las reglas, sino… :) ), es que el primero es el epígrafe de un capítulo del libro; el segundo sí vale en su condición de epígrafe de obra, pero la edición que tengo es una artesanal que diseñé, imprimí y encuaderné (tirada de tres ejemplares, uno solo no se despegó) porque la comercial no se consigue, creo que lo editó Perfil, de España, pero no estoy segura; y el tercero es una chupada de media ¿transoceánica? a mi jefe (que no es época de tirar manteca al techo, que va...) que es un gran escritor y una buenísima persona (y me avisan que en el gremio esas dos cualidades no suelen aparecer juntas muy seguido).
Ahí van:

Después, cuando aprendí a leer, devoraba los libros y pensaba que eran como árboles, como animales, cosas que nacían. No sabía que había un autor por detrás. De repente descubrí que era así y me dije: “yo también quiero ser eso”. [Pero…] escribir memorias no es mi estilo, implica darle al público pasajes de una vida. La mía es muy personal.
Clarice Lispector
En La intimidad como espectáculo. Paula Sibilia. FCE.

La virtud ya no encuentra crédito hoy en día, su fuerza de atracción ha desaparecido; a menos que alguien intente restablecerla otra vez en el mercado como una forma inusitada de la aventura y el libertinaje.
Nietzsche, La voluntad de poder.
En Teoría del cuerpo enamorado: por una erótica solar. Michel Onfray.

Nadie es tan necio que prefiera la guerra a la paz; en ésta los hijos entierran a sus padres, y en aquélla los padres a los hijos.
Heródoto, Clío.
En El alejamiento. Sergio Delgado.

pao

Pd, a alguien más le pasó ir corriendo y tirarse de cabeza a rebuscar en esos libros que tanto nos gustaron, para descubrir, desilusionados, que esos libros no tenían la famosa cita? Los mejores libros de mi biblioteca están huérfanos de epígrafes.